Emergiendo entre las rocas, desde las aguas de la playa del Camello, en otra mañana gris en Santander.
Las rocas que custodian el peñón se encuentran repletas de verdín, una especie de algas también conocidas como «algas verde-azuladas». Estas crecen en ambientes acuáticos, incluyendo las rocas y los acantilados de la costa.
El verdín es capaz de adherirse a las rocas a través de una especie de pegamento natural que produce. Además, es capaz de sobrevivir en condiciones muy extremas, como en ambientes con poca luz solar y temperaturas muy bajas o altas.
Puede resultar peligroso, ya que puede hacer que las rocas sean muy resbaladizas y causar accidentes. Por lo tanto, es importante tener precaución al caminar sobre las rocas y evitar las zonas donde el verdín es muy espeso o abundante.